La semana pasada estuve en Madrid por trabajo, pero pude rascar algo de tiempo para ver una exposición que tenía en mente y probar algunos sitios que me habían recomendado.
La exposición que quería ver se titula “Players. Los fotógrafos de Magnun entran al juego” y es una muestra de casi 200 fotografías tanto en color como en blanco y negro pertenecientes a 46 fotógrafos que en su día trabajaron para la prestigiosa agencia Magnum. La curiosidad de esta exposición es que las fotografías tienen un tono lúdico, relacionadas todas con las diferentes acepciones del término players.
Os confieso que ha sido mi primera exposición fotográfica. Soy una absoluta desconocedora de este arte, no me considero capaz de juzgar la calidad de una foto, cosa que en este caso era totalmente innecesaria dado el prestigio de los autores de todas las fotografías que componen la exposición, pero me ha impactado. Lejos de poder contaros los maravillosos encuadres, la forma excepcional de captar la luz o la capacidad de mostrar el alma de los personajes retratados, porque ninguna de estas cosas he sido capaz de ver, si puedo deciros, que al igual que me pasa con los cuadros, algunas de esas fotos me han robado el corazón y no sabría deciros por qué. Pasa y ya está, tampoco hay que dar más vueltas, son esos momentos bonitos que se disfrutan y no necesito buscar una explicación. La exposición está en la Fundación Telefónica en la calle Fuencarral nº 3 y es gratuita. Si os pilla por Madrid y tenéis un ratito…merece la pena.
Elliott Erwitt. Centenario de la Torre Eiffel. Paris, Francia. 1989.
Christopher Anderson. Marion y Atlas en la ducha. Río de Janeiro, Brasil. 2009.
En cuanto a los sitios, quería ver in situ alguna de las denominadas cafeterías más Instagrameables de Madrid. Obviamente todas no vi pero alguna sí y efectivamente, son muy bonitas, muy visuales y estupendas “para la foto”. Le Coco en Chueca, Miga y El café Comercial en la Glorieta de Bilbao…
Conocí también el Crumb (Conde Duque, 8), un sitio muy chulo y con unos sandwiches muy especiales y probé los platos a base de huevos y la lasagna de carrilleras de Dingo (Velázquez, 47).
Pude por fin conocer el Palacio de Cristal, que aunque parezca increíble no lo había visto nunca a pesar de haber estado innumerables veces en el parque del Retiro, no se porqué no pasaba más allá del lago. Me encantó la escalinata del lago artificial, me hizo recordar una similar que ví en Cracovia en la que me senté un buen rato…
Bueno aquí os dejo alguna idea por si tenéis que ir a Madrid u os apetece hacer una escapadita.
Hasta pronto,